Soberanía Alimentaria
Los guardianes del Arca de Noé
(La experiencia austriaca)
(La experiencia austriaca)
(Traducuido por Fernando Fernández del texto original publicado en francés en la página web de la Asociacion AlterEcho el 29 de abril del 2013)
En
Austria, más de 6.000 variedades de legumbres raras y de
cereales son conservados por El Arca de Noé, organización sin ánimo
de lucro que integra 10.000 miembros organizados en red para
promover la biodiversidad en la agricultura. Este articulo fue
publicado inicialmente en el “Journal de rencontresinternacionales” (El diario de los encuentros internacionales) de
las casas de semillas campesinas, que tuvieron lugar del 27 al 29 de
septiembre de 2012, en Boulazac (Dordoña, Francia), como iniciativa
del “Reseau Semences Paysannes” (Red de Semillas Campesinas),
de “Bio d’Aquitaine” y de la Asociación BEDE
“Consideramos
las semillas como aliadas y no como mercancías”. Beate Koller es
la Coordinadora del Arca de Noé, una organización austriaca sin
ánimo de lucro. Creada en 1990 por iniciativa de horticultores,
agricultores y periodistas preocupados por el futuro de las semillas
y variedades tradicionales, esta organización cuenta hoy con 10 000
miembros. “Contamos
con cientos de campesinos y miles de horticultores”,
precisa Beate. Los integrantes de la organización conservan semillas
en sus huertos y campos de cultivo, al mismo tiempo que cuidan
variedades amenazadas de extinción. A través de la conservación de
semillas, el Arca promueve la creatividad campesina, permitiendo que
cada integrante adapte localmente las variedades. Después de 20 años
de creada, el Arca de Noé posee hoy uno de los más grandes Bancos
de Semillas de Europa, compuesto por más de 6 000 variedades de
legumbres raras y de cereales. A 150 km de Viena, el Arca tiene un
campo sembrado con 400 variedades, lugar que el público puede
visitar para conocer esta diversidad biológica.
“Nuestra
vocación no está en convertirnos en una industria de semillas”
No
obstante, una parte del trabajo de la organización es financiado
por la venta de semillas, un mecanismo definido desde su origen. Las
semillas son comercializadas en la boutique de demostración en
Viena, en los mercados donde participa el Arca de Noé y por pedido
postal. Todos los años se actualiza el inventario de semillas de las
variedades disponibles, que permanecen bajo el cuidado y conservación
de los agricultores afiliados y en el banco de semillas de la
organización. Este inventario es publicado en un catálogo de
distribución gratuita entre los miembros, que indica las variedades
a conservar, información sobre los agricultores que poseen y
conservan las semillas, referencias sobre los lugares donde las
variedades son cultivadas y algunos otros datos de interés acerca de
las diferentes semillas. Los miembros que inscriben sus colecciones
de semillas en el catálogo reciben una “contribución” a su
trabajo, surgida de la venta de las semillas. Esta contribución,
desde luego, no corresponde a los costos reales de producción de las
semillas1.
En este sentido, el trabajo de conservación de variedades realizado
por los miembros es un servicio prestado a la organización.
El
establecimiento de redes, una dimensión esencial
"Nuestra
vocación no está en convertirnos en una industria de semillas”,
puntualiza Beate. “La biodiversidad es un proceso vivo que reposa
sobre una conservación dinámica y no estática”. La constitución
de redes es un aspecto esencial del trabajo del Arca de Noé. A
través de formaciones, seminarios y de publicaciones el Arca
sensibiliza e invita a sus miembros a compartir sus conocimientos,
mediante el intercambio de ideas con los demás actores implicados en
el proceso de conservación de la biodiversidad. “Tenemos
encuentros en diferentes regiones donde la gente participa en los
intercambios. Nuestras formaciones son variadas; algunas duran un año
completo, otras consisten en talleres de cocina donde se aprende a
transformar las legumbres para el invierno”,
relata Beate. Igualmente, la organización tiene un servicio técnico
que aporta respuestas, apoyo y consejos a sus miembros, en relación
con las variedades que ellos han elegido, la conservación de
variedades raras, el cultivo, etc. Muchos libros que recogen las
experiencias de los miembros han sido publicados.
Creadores
activos políticos
En
una intervención más global, el Arca hace un trabajo de
concientización, especialmente con los niños y jóvenes, sobre la
importancia de las semillas. “Muchos
no comprenden la relación entre las semillas y su vida cotidiana”,
subraya
Beate. “Nosotros
tratamos de enriquecer y renovar las relaciones entre los productores
y los consumidores”.
Todas las actividades están apoyadas por un gran grupo de personas
que hacen trabajo voluntario. El Arca de Noé recibe apoyo financiero
de fundaciones, pero esencialmente su organización se sostiene por
las cotizaciones y las donaciones de sus miembros. “Lo
que guía nuestro trabajo -concluye
Beate- es
ver que cada uno de nuestros miembros
es un creador activo político”.
Notas
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